Queridos amigos que de vez en cuando tenéis la deferencia de leerme.
El trabajo me tiene muy atado por lo que las labores de este blog están un tanto desatendidas pero en cuanto el dichoso prototipo que estoy creando esté terminado tendré más tiempo y dedicación.
Mientras tanto y como no puedo olvidar mi condición de persona con su componente religiosa me permito ( a fin de cuentas es la cas a de uno ¿No?) hacer hoy una entrada alejada de la actualidad y dedicada a mis propios fantasmas.
Se trata de algunos sacerdotes que arogándose el privilegio de ser los únicos interpretadores de la voluntad de Dios en la Tierra se dedican a pontificar (nunca mejor dicho en este caso) ex-cátedra y decirnos al resto de los católicos cuales son las miles de reglas quedebemos cumplir para ser salvados algún día.
En este sentido, acabo de ser considerado spam por cierto blogero de Infocatólica, simplemente por contestar a sus escritos con opiniones diferentes a las suyas.
Es cierto que existió una Iglesia Católica intolerante y pacata, que tiranizo a parte de la Humanidad en episodios de nuestra historia pero eso acabó. El Concilio Vaticano II sentó las bases de la verdadera reforma de la iglesia y como el Blog en cuestión se llama: "Reforma o Apostasía" y estando convencido de que prefiero la reforma y de que no pienso apostatar, pues he decidido escribir una carta abierta al padre ( es un decir. Llamar padre a quien no tiene hijos es estúpido pero allá él... ) Iraburu, autor de dicho Blog y expresar aquí lo que pienso.
La diferencia es que aunque yo le informaré de esta carta y le doy desde el principio la oportunidad de contestar, él no lo hará. Fuera de sus ropajes de cura poseedor de la verdad está muy incómodo y no tiene valor para hacerlo.
La diferencia entre él y yo es que si escribe, yo sí publicaré sus comentarios. Es lo que tiene ser decente.
Ahí va:
"Sr. Iraburu (yo sólo llamo padre al mío y al de todos y no me parece que sea usted ninguno de los dos):
He sido lector de su blog, como usted ya sabe, en los últimos tiempos y esperaba encontrar en él un foro libre donde poder expresar mis opiniones y dudas y recibir se usted su criterio, que aunque no suele coincidir ni con el mío ni con el de la mayoría de los sacerdotes que frecuento, siempre es enriquecedor conocer otros criterios y de todos se aprende.
Lamentablemente usted no sólo no se atreve a contestar sino que ha mentido a sus lectores sobre ellos y usted sabe bien cuando.
La Iglesia Católica del siglo XXI, tiene mucho trabajo pendiente y los que nos consideramos católicos estamos viviendo tiempos apasioonantes en este principio de siglo.
Cuando a la muerte de Juan Pablo II (un santo sin lugar a dudas en mi modesta opinión) llegó al papado Benedicto XVI, muchos nos sentimos decepcionados pero Su Santidad nos descubrió a un abuelo sabio con su gran encíclica "Deus Caritas Est" mostrándonos la verdadera esencia de Dios y el verdadero camino de un cristiano: el amor.
Ahora con el nuevo Papa (tras el ejemplo de coherencia dado por Benedicto al retirarse) se abre un nuevo camino de reforma eclesial donde nuestro trabajo es que el mundo, todo el mundo, reciba el mensaje del Reino de Dios y juntos continuemos su construcción que el mismo Cristo empezara hace ya tanto tiempo.
Sin embargo en sus escritos nunca he leído la palabra amor más que refiiriéndose a complicados axiomas teológicos, aptos para poder dejar tranquila la conciencia de seguros burgueses bienpensantes que así podrán morirse tranquilos sin haber hecho a nadie Bienaventurado en su vida.
Juan Ramón Jimenez, solía decir que la poesía de verdad era la que estaba desnuda en si misma, la que mostraba la esencia de la belleza en unas palabras.
En mi modesta opiniíón, con la fe cristiana pasa exactamente lo mismo.
Con lo hermosa que és, desnuda, en la crudeza y radicalidad del mensaje de Cristo, ustedes se empeñan en revestirla de ropajes, normas, ritos, y justificaciones de lo injustificable.
¿Cómo vamos a poider defender los cristianos la verdad del mensaje evangéliuco si ustedes una y otra vez, lo revisten de intolerancia?
¿Cómo podremos convencer a las mujeras que desean abortar de que un aborto es malo, que no es un acto de amor y que es contrario al bien común si no paran ustedes de condenarlas al infierno eterno?
¿Cómo podremos convencer al mundo de que hay salida a la desih¡gualdad, a la fatalidad, a la injusticia, al dolor cuando la Iglesia oficial sólo habla de cosas que noa hacen desgraciados y no felices?
¿Cómo pretende usted que podamos todos los cristianos hacer el sacrificio último de nuestras vidas en la construcción del Reino de Dios en la Tierra si ustedes se empeñan en hacer que ese Reino de Dios en vez de un paraíso de felicidad sea un infierno de normas absurdas?
¿Como pretende usted que defendamos el mensaje de las Bienaventuranzas si ustedes nunca se interesan por hacerlas realidad aquí y ahora y nos bombardean con condicionantes absurdos?
¿Cómo puede usted creer que Dios sería un Dios que merece la pena venerar y adorar si el mensaje que ustedes poniendo en sus labios es un contínuo insulto al mayor bien que nos ha dado. la inteligencia?
Ciertamente no es ese el camino que Jesús mostró en su mensaje.
Y los que aún nos consideramos católicos, a pesar de ustedes, vamos a seguir peleando por que el sentido común y la alegría de ser resucitados con Cristo sea llevada a todos los hombres. Crean o no, sean gays o heteros, sean casados, solteros o divorciados, y sobre todo sobre todo, sean o no católicos.
Y aunque estoy seguro (visto el nombre de su blog) de que usted me considera un hereje terrible, condenado desde ya mismo al fuego eterno y ante la disyuntiva de reforma o apostasía, piensa usted que yo debería apostatar, no lo haré.
Y no lo haré por la mismoa razón que el propio Hijo de Dios no lo hizo de su propia religión (Jesús era judío, no cristiano ¿Lo sabía usted?) a pesar de que la escasa calidad moral de sus jerarcas le llevó a la muerte, porque el amor de Dios, el Reino de Dios en la Tierra es lo más grande que puede existir y es mi obligación (nuestra obligación) hacer lo posible por llevarlo a todos los hombres.
Atentamente le saluda
El tío Chafachorras"
En fin que como siempre les dejo una poesía y dado que abogo hoy por mi propia fe cristiana y la poesía libre de Juan Ramón, por una vez y sin que sirva de precedente no será rimada.
Les dejo aquí una pequeña oración que escribí hace años en el paraíso ecuménico de Taize, junto a la imagen del pobre de Asís y que refleja lo que siempre he querido hacer con mi vida
Un abrazo a todos
Oración
Padre, haz de mi un
milagro de tu amor.
Que la felicidad de los
otros sea mi felicidad
Que la justicia para los
otros sea mi lucha.
Que el amor a los otros
sea mi ofrenda.
Que la paz de los otros
sea mi trabajo.
Que la alegría de los
otros sea mi refugio.
Haz, en fin, que cada
vez que amanezca,
vea que recorrí un poco más de tu camino,
que recibí un poco las
de tu luz
y que entregué un poco más de mi vida.